Se dice que hace una semana se marchó de la ciudad.
Una semana de invierno en una ciudad sin su olor a primavera.
Se perdía por el parque. Soñaba con textos. Desaparecía del mundo con auriculares. Se dejó el corazón en su almohada. Se dice que tenía atracciones ocultas, que nunca le contó sus verdaderos pesamientos a nadie. Que se perdía en su pecho. Necesitaba su voz para respirar.
Se dice que no le enseñaron a andar; del gateo a la carrera. Siempre acelerada. Sin una buena suela para frenar. Sin un asfalto donde no resbalar. Corazón y razón, como fuego y alcohol en sus venas. Se dejó el corazón en su almohada. Soñaba con hacerlo explotar.
Se dice que era bajita entre altos, flaca entre gordos, y cariñosa entre frios. Especial entre mediocres. Marcaba con sus pasos el compás de su vida. No tenía rumbo y se sentía orgullosa. Pero, se dejó el corazón en su almohada. Se dice que volverá a por él. Que no respira y no camina. Que nunca se fué. Que solo le robaron su corazón en una cama, y que anda escondida en algun lugar hasta que alguien le devuelva las ganas de ir a por él, recuperarlo y arreglarlo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario